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CCOO solicita reunirse con los partidos del Consell por los despidos masivos en Agbar

    AGBAR, empresa que presta mayoritariamente servicios públicos del Agua en la Comunidad Valenciana, pretende deshacerse del 10%de su plantilla, a pesar de los enormes beneficios que genera.

    26/09/2012.

    Un estudio de productividad encargado a la consultora MacKinsey por parte de la multinacional francesa SUEZ, dueña y señora del grupo AGBAR (Aguas de Barcelona), ha dado como resultado la propuesta de eliminación de aproximadamente el 10% de la plantilla del citado grupo en España. En concreto a 120 trabajadores en la Comunidad Valenciana y Extremadura. En esta última se planteó un ERE este verano que retiró para plantear el mencionado "Plan de Productividad"

    A pesar de la coyuntura económica actual, AGBAR generó unos beneficios netos en el año 2010 de 336 millones de euros y en el 2011 cerca de los 200 millones.  Además durante el presente año se vienen  aplicando un aumento de  tarifas próximo al 10% de media. A pesar de ello le solicitaron dicho estudio para aumentar el 20% de productividad.

    El planteamiento de MacKinsey, según palabras de los responsables de RRHH, es el mismo que se hizo con TOYOTA para el aumento de productividad de esta última.  Lo que parece es que no les avisaron de que AGBAR es una empresa en gran parte de servicios (públicos) y no de producción y que siguen obteniendo pingües beneficios.

    Los máximos responsables de AGBAR en España, con Ángel Simón a la cabeza, debieran frenar tamaño despropósito y buscar otras alternativas, como ya hicieron en su momento con las empresas ubicadas en Cataluña, de prejubilaciones, bajas voluntarias e incentivadas, etc.

    El agua y el saneamiento, como derechos humanos que son, cada día están más lejos del alcance de, cada vez, más ciudadanos. Las empresas que se nutren de los servicios públicos deberían estar tuteladas y vigiladas desde los poderes públicos, por lo que desde CCOO queremos alertar a los responsables políticos de este tipo de empresas que poco o nada contribuyen a la mejora de nuestra maltrecha economía, en aras de maximización de beneficios para sus accionistas, en este caso franceses.